Es muy importante comprar una piedra preciosa a la luz del día, un día de buen tiempo y con exposición hacia el norte. Es en estas condiciones en las que aparecerá el verdadero color del diamante.
A falta de estas condiciones será preferible utilizar una lámpara que de una luz próxima de la luz del día. En toda buena joyería se podrán encontrar lámparas que están dotadas de lámparas especiales, llamadas lámparas a luz fría, que sirven para la selección de los diamantes. Los tubos fluorescentes no son recomendables.
Deberá exigirse sistemáticamente un certificado gemológico de los diamantes cuyo peso sea superior a 0,50 quilate.
Deberá estar emitido por un laboratorio de gemología de fama internacional que tenga una excelente reputación. Se puede encontrar una lista de estos laboratorios en nuestra página: certificado del diamante.
Este informe gemológico incluye todas las principales características del diamante, es un verdadero carné de identidad del diamante y no puede ser confundido con otro.
Si quiere usted tener más información sobre la reputación de un determinado laboratorio de gemología, sobre el certificado o si usted tiene cualquiera duda, póngase en contacto con varios profesionales para conocer su opinión.
Se deben comprobar siempre las características del diamante. En efecto, puede haber diferencias bastante importantes de precio entre dos diamantes de peso igual pero de colores o purezas ligeramente distintos. Tomemos un ejemplo, le proponemos un diamante de 1 quilate que no tiene certificado, le decimos que este diamante está clasificado como F en color y VS1 en pureza, teóricamente este diamante costaría aproximadamente 8 598,00 € (precio en el comercio al por menor: joyería, bisutería, etc). Bastaría que este diamante tuviera un valor de pureza menos, es decir que fuera VS2, para que su precio fuera 7 205,00 €, es decir cerca del 16,20% menos (1 393,00 €), lo que no es despreciable en el momento de tal compra.
De ahí la importancia del certificado, el verdadero carné de identidad del diamante. Gracias a él se puede verdaderamente saber lo que se compra. Pero, atención, un certificado no es una garantía de calidad porque, en efecto, un diamante puede tener un certificado pero ser de mala calidad (mala pureza, colores, proporciones, pulimentado, simetría, fluorescencia, etc...). De ahí la importancia de saber « descifrar » un certificado y de leerlo cuidadosamente. Una pequeña frase en el certificado, del tipo Clarity enhanced o Color enhanced, deberá hacerle reaccionar inmediatamente. Está en presencia de un diamante cuya pureza o color han sido modificados artificialmente y el precio de tal diamante cae fuertemente (del 60 al 80%). Si Usted conoce los 4 C (peso, color, pureza, talla) no le queda más que conocer el precio de este diamante en el comercio al por menor. Para esto puede acceder a nuestra sección « precio del diamante » para comparar el precio fijado en la joyería y el precio fijado en nuestra página y, si usted constata una diferencia demasiado grande en su contra, a usted le corresponde ver...
Es posible comprar un diamante de laboratorio Un diamante sintético es un diamante creado por el hombre, cultivado en cámaras de cultivo. También puede denominarse "diamante de laboratorio", "diamante sintético", "diamante cultivado", "diamante cultivado en laboratorio", "lab grown diamond" o "laboratory grown diamond".
No hay que tomar en consideración solamente los 4 criterios principales del diamante (peso, color, pureza, talla) en el momento de la compra de un diamante. En efecto, las proporciones del diamante, su fluorescencia o su acabado son otros tantos criterios importantes. Un diamante de pureza muy buena y de color muy bueno, pero que tiene una fluorescencia muy fuerte o una proporción calificada como « Poor » (Pobre en español) verá reducido su precio de manera importante:
Exija una factura de compra. Si usted compra un diamante sin factura corre los riesgos siguientes:
comprando un diamante sin factura usted compra ese diamante en el mercado negro, el mercado ilegal, y hay grandes probabilidades de que usted indirectamente financie con su gesto la compra de armas en ciertos países africanos dónde hay conflictos armados (Angola, Sierra Leona, Costa de Marfil, etc...). Se conocen estos diamantes como diamantes de la guerra, diamantes de la vergüenza (intercambio de diamantes por armas).
¿Existen reducciones y descuentos importantes? Respuesta: muy raramente... Desconfíe pues de las empresas (o ciertas páginas de Internet) que ofrecen diamantes a precios extremadamente bajos; si un diamante de calidad pudiera liquidarse, eso se sabría. ¿Puede comprar usted un coche nuevo, un ordenador nuevo o una casa nueva con el 30 ó el 60% menos de su valor?
Le aconsejamos que escoja diamantes cuya pureza esté comprendida entre IF y SI2 y el color entre D e I. Los diamantes (D-IF) son raros y en consecuencia caros. La noción de pureza y de color ha sido inventada por el hombre con el fin de clasificar los diamantes, no olvide que hasta un profesional advertido tendrá dificultad en la distinción entre un color D o E, y es imposible definir a simple vista de la diferencia entre una pureza VVS y una VS. En lo que concierne al diamante VVS el microscopio es indispensable para ver las inclusiones. Nuestro consejo:
Los eternos diamantes blancos (incoloros) son los más conocidos por el gran público, pero sepa que existen diamantes de todos los colores: azul, rojo, rosa, verde, amarillo, negro, champaña, coñac, etc... Los diamantes de ciertos colores son más baratos que los mismos diamantes incoloros. A la inversa, otros colores (rojo, rosa, azul, verde y ciertas intensidades del amarillo) son mucho más caros que los diamantes incoloros. Todo esto es sólo una cuestión de moda y de gusto personal. Existe pues, para una cierta clientela, toda una gama de diamantes que se salen de lo ordinario, un regalo original que la compañera de trabajo o la amiga no tendrá. Nos maravillamos siempre delante de un diamante incoloro y muy bello, pero podemos asegurarle que el interés y el efecto suscitados por un diamante rosa intenso, azul o amarillo no es comparable en absoluto. La originalidad del producto y el color de la piedra siempre llaman más la atención y despiertan la curiosidad.
Dos diamantes de peso y de calidades iguales, pero con forma de talla diferente, no tienen el mismo valor financiero. En efecto, tomemos como ejemplo dos diamantes con forma de talla diferente (un diamante de forma redondo-brillante y otro diamante de forma oval) de 1 quilate cada uno, de color D y de pureza IF:
Hay pues una diferencia de valor bastante significativa entre los diamantes brillante redondo comparados con otras formas de talla (princesa, pera, radiant, marquesa, etc...). Pero aparte de este criterio de valor (de precio), la elección de la forma de talla en la compra de un diamante es muy a menudo una cuestión de gusto personal.